sábado, 26 de junio de 2010

 A veces me sorprendo yo misma de MIS propias contradicciones. Cuando alguien de nuestro entorno está mal, lo primero que solemos es hacer es preguntar:¿Estás bien?, y esperamos inconcientemente alguna de estas cinco respuestas: -Sí,gracias/- Sisi,¿por?/Ahi ando pero no es nada importante/Ay gracias por preocuparte! o - Me siento medio mal nada más; y nos vamos conformes generalmente con alguna de esas respuestas y contestamos :No de nada!/Ah, porque te noté medio caído/Seguro?contá conmigo eh o /Uh, si tenés una carita hoy... Y nos olvidamos.
Algunos (me incluyo) suelen dar charlas de moral y darse cuenta que lo que la generalidad hace NO está bien.Claro, uno tendría que preguntar ¿Como estás? Como para poder darle lugar a la otra persona de expresar si así lo desea, alguna opinión o sentimiento. Sin embargo, solemos ser egoístas, y solemos preguntar porque justamente estamos ACOSTUMBRADOS a regirnos por aquello que "solemos" hacer y porque solemos suponer las respuestas que nos puedan dar. Y eso... ¿Está del todo mal? Creo yo que es algo así como una cadena, en la que uno dá lo que recibe.El problema es que solemos dar poco y nos molesta recibir lo mismo o menos, y no reparamos en si realmente lo merecemos.El "dar" se convierte en una acción cuando concretamos ese interés,cuando demostramos que podemos dejar de pensar un rato en nosotros mismos o básicamente cuando entendemos que existe un OTRO y que cualquier cosa que pueda plantearnos es de gran importancia.
No nos engañemos creyendo que damos y que no recibimos.Pensemos mejor que quizás JUGAMOS a dar, porque estamos acostumbrados.Y soñemos que todo nos va a JUGAR  a nuestro favor, el día que, auténticos(fuera de lo común/lo que no se suele ver), demos sin esperar si o sí algo a cambio.

1 comentario: